Acerca de los sucesos ocurridos en Bagua el viernes 5 de junio del presente año

Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Decana de América.
Facultad de Ciencias Sociales.


Pronunciamiento:
Acerca de los sucesos ocurrido en Bagua el viernes 5 de junio del presente año;

El grupo de estudios e investigaciones en Ciencias Sociales y Humanidades Perspectivas manifiesta su más profundo pesar por las vidas que ha cobrado la ineptitud y la arrogancia de un gobierno ciego, sordo y mudo, cuando se trata de los supuestos ciudadanos de segunda clase, como deja inferir nuestro actual mandatario, el mismo que encarna en sus acciones los intereses de determinados grupos económicos. Para nosotros, el principal responsable de lo ocurrido en Bagua es el gobierno de turno, creyendo que se debe de encontrar y juzgar a los reales responsables de la matanza tanto de ciudadanos amazónicos como de policías.

De la misma manera, reprochamos la actitud de aquellos medios de comunicación masivos que pretenden utilizar a los policías asesinados para justificar la postura del gobierno, ante su intransigencia y su empeño por evitar un debate real en torno al contenido de los DL 994, 1020, 1064, 1060, 1080, 1089, 1090, y la ley de recursos hídricos 29338, cuya aplicación habría constituido violaciones a la Constitución y a los derechos ciudadanos de los pobladores de las comunidades de la Amazonía.

La manera autoritaria y violenta de imponer la ley al que se considera de otra clase es una constante en la historia de nuestro país, en especial cuando se trata de leyes relativas a la explotación de los recursos naturales de nuestro territorio.

Sustentar que la aplicación de estos decretos “nos beneficia a todos”, no es más que otra demostración de la ignorancia e incompetencia de nuestro Presidente y de la mayoría de los miembros de su gabinete ministerial, quienes parecen estar más preocupados por los intereses particulares de las empresas transnacionales, que de las necesidades de los peruanos.

La ausencia de una voluntad de diálogo y de comprensión por parte del gobierno de turno, muestran su nulo interés por atender las demandas de aquellos sectores del país que no coinciden con el ciudadano “capitalino-urbano-moderno”, que parece existir en la cabeza de nuestro Presidente como el único sujeto posible de derechos.

Finalmente, lamentamos constatar que el uso de la violencia parece ser el único camino existente para que este gobierno escuche las demandas de aquellos ciudadanos que se encuentran en situación de pobreza, y/o alejados geográficamente de la capital, y/o que no comparten las ideas de “progreso” y de “desarrollo” que la administración aprista maneja. La desgracia ocurrida en Bagua pudo haberse evitado: con menos intransigencia, con menos arrogancia, con menos autoritarismo… Lo sucedido nos da la medida de lo alejado que está el gobierno central de aquellos principios democráticos que tanto dice defender.


Víctor A. URBINA DOMINGUEZ
Código 06150054
Presidente del grupo de estudios Perspectivas

Una sobre la protesta del 11 de junio

Como saben, algunos miles de personas (algunos dicen que el número llegó a diez mil, otros hablan de cinco mil, no hay una cifra precisa) nos juntamos ese día en la Plaza Dos de Mayo, para realizar una protesta en contra de la manera cómo el actual gobierno ha manejado el tema del problema suscitado en la selva a raíz del intento de aplicar, "al caballazo" y sin un diálogo previo, una serie de decretos que afecta a las tierras de las comunidades de nuestra Amazonía.

No voy a realizar aquí una crítica a García y a su gabinete, pues ésta se ha hecho de una manera contundente. Más bien, quiero realizar una crítica a ciertas cosas que no me parecieron pertienentes por parte de quienes fuimos manifestantes ese día.

1.- En algún momento, mientras me encontraba en la plaza, vi como un grupo de simpatizantes de Ollanta Humala, llegaba portando una gran banderola en la que aparecía la cara del referido, mientras soltaban arengas que culminaban con "Ollanta presidente". Eso me pareció totalmente oportunista. [Cuando llegué a la plaza, ya había un grupo de humalistas que estaban portando varias banderitas de su agrupación; no sé si las acciones de éstos tenían algún tipo de coordinación con aquellos a los que me estoy refiriendo; en todo caso, no veo nada de malo en que un partido político se haga presente, lo que me molesta es aproveche su presencia para hacer campaña electoral]. ¿Qué tiene que ver en esta protesta la candidatura de Ollanta? Además, el hecho de que los apristas hayan demostrado una carencia absoluta de perspectiva, no significa que el partido de Humala, por el simple hecho de ser oposición, pueda desarrollar miradas adecuadas al problema. Los que vimos el día míércoles 15 el debate congresal, que culminó en la suspensión de los decretos criticados, constatamos el bajísimo nivel argumentativo tanto de un lado como de otro. No hubo argumentos claros ni sustentados en referencias precisas.

2.- Durante la protesta, vi que algunos manifestantes llevaban palos de madera en sus manos. Los que vi eran pocos, no más de cinco, pero estoy casi seguro que como ellos, habían más. Esto me pareció bastante torpe: se supone que ésta era una marcha por la paz, en donde, entre otras cosas, se expresaba nuestro pesar por las muertes resultantes del enfrentamiento en Bagua. ¿No era contradictorio que algunos entraran en esta manifestación con una predisposición al enfrentamiento? Más aún, esta protesta tuvo como telón de fondo un malestar general en la población, a causa de la violencia esparcida por la selva. Dado este hecho, ¿no atentaba contra la imagen de los protestantes, y en menor grado, contra la legitimidad del reclamo amazónico mismo, el que haya habido quienes pretendían, desde el inicio, cometer actos de violencia en algún momento de la manifestación?

3.- En la misma línea de lo anterior, estoy seguro que hubo ese día quienes estaban dispuestos a romper el cordón policial, y llegar a todo costa a Palacio de Gobierno. Ciertamente, puede que no sea justo que de arriba lleguen órdenes respecto de los distintos límites que se ponen al avance de las diversas manifestaciones (lo que depende de quién las realice y qué demandas exprese). Puede incluso resultar evidente que dichas limitaciones las da el gobierno para quitarle impacto a las protestas que considera impertinentes: quizás es válido decir considerarse que esto es una forma antidemocrática de proceder. Ahora bien, ¿justifica eso la voluntad de algunos por romper a toda costa el cordón policial? La respuesta es no. ¿Por qué?:

a) Romper el cordón policial suponía, obviamente, enfrentarse a la policía; ya que no todos tenían la intención de entrar a la confrontación, esto implicaba arriesgar a quienes solo buscaban hacer sentir su voz de protesta.

b) La política es un juego de imágenes. Imágenes que adquieren concreción en un campo discursivo producido constantemente en las tomas de posición que realizan los distintos actores que participan del juego político. Ese campo discursivo, además, presenta ciertos ejes que regulan y "le dan forma". En el contexto actual, una protesta aparece, de un lado (el del gobierno), como una expresión antidemocrática; del otro (grupos o personas no simpatizantes con el oficialismo), como un instrumento legítimo para expresar el descontento con las políticas estatales. Ahora bien, este último sector se ha esforzado por producir, mediante diversos mecanismos, una determinada imagen de quienes no simpatizan con él: violentistas, autoritaristas, comunistas (esto no tiene porque tener nada de malo, pero se ha convertido en un término con una carga semántica negativa: "el peligro de la asonada comunista"), chavistas, antidemocráticos. Asimismo, la construcción de la imagen que la oposición ha generado respecto del Estado y el gobierno aprista gira en torno de términos como "neoliberalismo", " dictadura", "racismo", "presidencialismo", "comprometidos con el empresariado y las transnacionales", entre otros. [Esto es esquemático, claro está, la situación es más complicada.] Dada esta dinámica de acusaciones, me preguntaba si buscar la confrontación policial no significaba alimentar los prejuicios que tachan las protestas como violentistas y antidemocráticas. Además, en el pasado reciente, la izquierda aparece bastante debilitada y desprestigiada, entre otras cosas, debido a su incapacidad para "conectar" con las expectativas de un sector mayoritario de la población (el que la popularidad de Alan esté entre el 30-40%, no significa que ese 60-70% de no simpatizantes sean de izquierda). En ese sentido, importan mucho las acciones que como movimiento de oposición se realicen, pues cae en un campo de representaciones, en el cual se juega el respaldo y legitimidad social que las protestas de oposición puedan tener.

4.- No recuerdo con exactitud las frases y arengas que el grupo de manifestantes lanzó (lanzábamos) durante todo el tiempo que duró su (nuestro) trayecto, pero recuerdo algunas cosas:

a) Como siempre, un uso excesivo del término "pueblo": que hay que luchar en conjunto con el pueblo organizado, que el pueblo repudia a Alan, que el pueblo está sufriendo, siempre el pueblo...
El pueblo ¿quién es el pueblo? Si el pueblo somos todos los peruanos, creo que es obvio que no todos los peruanos odian a Alan, que no todos los que forman parte del pueblo sufren o tienen hambre, y definitivamente, que no todos los que son parte del pueblo piensan organizarse en un frente de oposición. Y es que, hoy en día, todos reivindican al pueblo como el respaldo social de sus acciones: los fujimoristas, el APRA, las agrupaciones universitarias, el Partido Nacionalista... La verdad es que a estas alturas, creo que recurrir al "pueblo" es, en realidad, un recurso propio de cualquier retórica demagógica. Un historiador señala el papel del "pueblo" en los discrusos políticos del Perú:

«El concepto "pueblo" es la principal apelación legitimista dentro del lenguaje político peruano, muy por encima de otros términos referidos a la naturaleza política de la colectividad, como ciudadanía o democracia. La apelación al pueblo es el recurso obligado para legitimar cualquier posible argumento. Este es el único espacio conceptual desde el cual se pueden articular discursos legítimos. La comunidad política peruana no son los ciudadanos: es el pueblo. Cualquier reivindicación debe ser hecha en el nombre del pueblo. Cualquier política estatal debe estar encaminada explícitamente al bienestar del pueblo.» (1)

b) En algún momento de la protesta, se mencionó que el empobrecimiento y la desatención son características necesarias del "gobierno liberal". Al respecto, ¿podría calificarse de "liberal" al estilo de gobierno del Sr. García? ¿Alguien de entre quienes estaban ahí puede definir lo que es un gobierno liberal, y distinguirlo de lo que es el neoliberalismo? ¿Podían explicar como se cruzan el liberalismo con la democracia (con qué democracia: democracia delegativa, democracia representativa, etc.)? ¿García está dirigiendo un gobierno democrático o autoritario? Si la respuesta va por la segunda opción, ¿de qué tipo de autoritarismo hablamos?

c) Otra arenga de aquel día giraba en torno a que "caballo loco va a caer". ¿Va a caer? ¿Y quién (o quiénes) lo va(n) a reemplazar? ¿Y gracias a qué tipo de maniobras va a caer? Yo no simpatizo para nada con el APRA ni con el Presidente, pero ¿qué implica decir que este gobierno "va a caer"? Como mencionaba hace un rato, dadas las cosas del campo discursivo de la acción política, creo que lo más probable es que una frase como esa se preste para legitimar las acusaciones de violentismo y autoritarismo que se lanzan contra la oposición (y ni que decir de aquellos pronunciamientos que con cierta frecuencia llaman a la insurgencia o al "levantamiento popular"... plop).

d) En los último minutos de una entrevista realizada entre Marcos Sifuentes y el sociólogo Carlos Meléndez (http://www.youtube.com/watch?v=95pcy9vEdz4), se señala lo siguiente:

Carlos Meléndez: [...] la gran diferencia en el Perú es que la política está desprestigiada. ¿Te das cuenta?
Marco Sifuentes: Ajá.
CM: Es decir, si es que te politizas, perdiste. Esa es la paradoja en el caso peruano. Porque la otra vez, alguien me decía: "Ya salió Ricardo Letts a decir a decir que el movimiento amazónico es parte de la izquierda". Yo le decía...
MS: Mejor.
CM: Exactamente. Mejor. Eso significa que el movimiento se va abajo.
MS: Claro, mejor para el gobierno pues ¿no?
CM: Si es que Pizango acaba en la lista de Humala...
MS: Se desprestigia.
CM: Se desprestigia. Es decir, ¿te acuerdas hace cuatro años?: el movimiento cocalero.
MS: Claro. Ahora que está la Obregón, totalmente desprestigiada ¿pues no?
CM: Se acabó. Es decir, el paso siguiente de acuerdo con la experiencia de Ecuador y de Bolivia fue la politización: convertir esto en Pachacútec, convertir esto en el MAS. En el Perú, si es que sigues ese ejemplo, se hablaría de... todo el mundo quiere el movimiento político indígena, el movimiento político de la Amazonía. Pero la política en el Perú está tan desprestigiada, que si a Pizango le pones el número 1 en la lista de Humala...
MS: Se acabó.
CM: Se acabó el movimiento.

Es por eso que cosas como "caballo loco va a caer", o referencias al "pueblo" (en especial la del "pueblo organizado"), o criticar de manera ligera a lo que se denominó "gobierno liberal", aparecen como expresiones impertinentes. Se utiliza el mismo vocabulario desde hace veinte años, sin repensar lo que quieren decir términos tales como "neoliberalismo", "democracia", "dictadura", "pueblo", "socialismo", "imperialismo", etc. Cualquier "pero" que se presente ante este tipo de cosas son acusadas de revisionismo (hasta ahora no sé que tiene ese de malo) o de desviación.

5) Finalmente, combinando las acciones de ciertos actores totalmente dispuestos a la confrontación cuerpo-a-cuerpo con discursos anticuados de izquierda, una protesta puede volver a pasar como la acción de un grupo de boicoteadores anti-sistema. Si finalmente, ha podido ocurrir que el gobierno dé marcha atrás, se ha debido a que el problema en la Amazonía ha ido mucho más allá de aquellos asuntos que habitualmente preocupan a la oposición. Ciertamente, la protesta del jueves 11 ayudó, pero solo fue parte de un proceso de presión que incluyó una gran variedad de actores desde una cantidad de frentes mucho mayor de la que normalmente muestra su descontento, y con una dureza y contundencia crítica pocas veces vista. Pero si las protestas en contra del gobierno (o de cualquier otra cosa) continúan siguiendo el patrón que tienen desde hace años de años, no se va a llegar a nada. ¿No es verdad acaso que desde hace veinte años o más, la izquierda no logra una victoria significativa? ¿En el balance, qué se ha logrado con tanta protesta irreflexiva y monótona en su contenido crítico?

(1) Hernández Asencio, Raúl. "¿Qué es democracia? El uso de los conceptos «pueblo» y «democracia» en los discursos políticos peruanos". En: Víctor Vich, El Estado está de vuelta: desigualdad, diversidad y democracia. Lima: IEP, 2005, p. 144.

Ivan

Convocatoria: Revista Perspectivas nº 4


El Grupo de estudios e investigaciones en Ciencias Sociales y Humanas, Perspectivas convoca a todos los estudiantes e investigadores de Historia, Antropología, Sociología, Arqueología, Geografía, Economía, Psicología, Literatura, Filosofía y Lingüística a participar del 4to número de su revista PERSPECTIVAS, la cual se publica anualmente.
Bases de la ponencia pueden ser revisadas aqui en "Bases para la presentacion de articulos" o pedidas al correo del grupo:
perspectivas_2005@hotmail.com
Los trabajos serán recibidos hasta 15 de agosto del 2009.

Bases para la presentacion de articulos

El Grupo de estudios e investigaciones en Ciencias Sociales y Humanas, Perspectivas convoca a todos los estudiantes e investigadores de Historia, Antropología, Sociología, Arqueología, Geografía, Economía, Psicología, Literatura, Filosofía y Lingüística a participar del 4to número de su revista PERSPECTIVAS, la cual se publica anualmente.
Para participar se debe seguir los siguientes criterios:


1. Los escritos son de temática libre, aunque siempre con una mirada a la sociedad, cultura, género.

2. Se aceptaran colaboraciones en las secciones de Artículos, Balances Bibliográficos, Reseñas y Ensayos.

3. Los escritos deben ser originales e inéditos, redactados en español.

4. Los colaboradores deberán presentar una sumilla, de una carilla, del tema a investigar.

5. Deberá remitirse el documento con una diagramación en formato A4, a espacio y medio, en Times New Roman (N 12).

6. Las notas del texto deberán ser numeradas a pie de la página consecutivamente. Las palabras subrayadas deben establecerse entre comillas dobles, y si son mayores de tres líneas deben ser sacadas aparte y copiadas a doble espacio, con un margen de 10 espacios a partir del margen izquierdo. Las citas dentro de las citas deberán encerrarse entre comillas simples. Para poner en relieve alguna palabra o frase debe subrayarse con una línea.
7. Las referencias bibliográficas dentro del texto irán entre paréntesis con el apellido del autor seguido del año de la publicación y, luego de dos puntos (:), las página(s) correspondientes. Ej. (Valcárcel: 1968:45).

8. Después de las notas deben presentarse, en orden cronológico, las referencias a los manuscritos utilizados. Asimismo se indicará su título completo o si no lo tiene, las primeras palabras del documento citado el depositario se conserva y su respectiva signatura.

9. La bibliografía debe presentarse al final en orden alfabético. Las referencias bibliográficas se redactaran de la siguiente manera:

10. Libros:

CISNEROS, Luís Jaime. El funcionamiento del lenguaje. Lima. Pontificia Universidad Católica del Perú-Fondo Editorial. 1991.

11. Artículos:

ROSTWOROWSKI, María. "Las macroetnías en el ámbito andino", Allpanchis (Cuzco). 35-36/1: 3-28.

12. Obras colectivas:

VARÓN, Rafael. "El
Taki Onqoy. Las raíces andinas de un fenómeno colonial", en Millones, L. El retorno de las huacas: 331-405. Lima. Instituto de Estudios peruanos. 1990.

13. Congresos y Coloquios:

ROSAS, Fernando. "Bandeirantes de captura y jesuitas españoles. Siglo XVII, en La evangelización en el Perú siglos XVI-XVII. Actas del 1er Congreso Peruano de Historia eclesiástica. Arequipa 1990. Arequipa: Arzobispado de Arequipa, pp. 341-352.

14. Tesis:

McEVOY, Carmen. Manuel Pardo, pensamiento y proyecto político.
Aproximación a un intento de modernización en el Perú (1871-1878). Tesis (Mg. Historia). Lima. Pontificia Universidad Católica del Perú. 1989.

15. El número máximo de contenido en carillas para estudiantes es 15, y para investigadores y docentes 20. En ambos casos no se considera dentro del número límite, la bibliografía, los cuadros y gráficos.

16. Los trabajos serán recibidos hasta 15 de junio del 2011.

17. Los trabajos deben ser enviados a la siguiente dirección electrónica:

- perspectivas_2005@hotmail.com

Revista Perspectivas nº 3 (a la VENTA)

Este año presentamos la revista Perspectivas nº3, una publicación de nuestro grupo, la cual cuenta con la participación de estudiantes y profesores de la UNMSM y otras universidades tanto nacionales como de Hispano América.
Costo s/.8 (nuevos soles)
Para su adquisicion, puede enviar un correo electronico a:
perspectivas_2005@hotmail.com o
bloc.perspectivas@gmail.com
PD: Si le dan un "clik" a la imagene podran ver el contenido de la Portada. Tambien lo puede encontrar de venta en la facultad de CC.SS.

Las ¿Ciencias? Sociales

Tengo este tendencia (no sé si para bien o para mal) de desconfiar de cualquier discurso que proponga una cierta normatividad ideal a partir de la cual regular las práticas con el supuesto fin de que "las cosas mejoren". Un ejemplo de esto se puede ver en las banderas levantadas por algunos en nombre de "la cientificidad de las CCSS". Cabe decir que este ideal normativo también se da en casi todos los campos del conocimiento, pero las CCSS es lo que por ahora nos interesa. Diré que casi desde que entré a San Marcos (año 2007), tengo la intuición de que hablar de "Ciencias Sociales" es aceptar un discurso excluyente, que limita el campo de las estrategias posibles de investigación y abordaje teórico.
La primera vez que le di vueltas a esto ocurrió a raíz de una frase que, en medio de una discusión, salió de un compañero de Sociología: "la posmodernidad es acientífica". Y aunque no me dijo nada más, creo que es fácil admitir que de ahí, nada evita que se siga la afirmación de que cualquier intelectual "posmoderno" es simplemente basura. [Además, cabría decir que no hay un consenso en torno a términos como "posmodernidad" y "posmodernos". Se trata de conceptos polémicos y que, en realidad, se usan para designar a una época y a un conjunto de autores a los que simplemente no se sabe como etiquetar]. Me resulta evidente que la polarización discursiva del espectro de la producción académica entre "posmodernidad" y "cientificidad" es una torpeza retórica con fines de autolegitimación y que revelan un horizonte de pensamiento bastante pobre.

Para dejar las cosas en claro, yo pienso (al igual que muchos, creo) que no es importante si alguna de las llamadas "Ciencias Sociales" es una "verdadera ciencia". Lo mismo opino para el campo de las Humanidades y hasta estoy dispuesto a decir lo mismo de las llamadas Ciencias Naturales. Veamos, ¿qué se supone que debe de tener una ciencia para merecer dicha distinción? En primer lugar: un campo de estudio (un objeto); segundo: un método (científico); tercero: un sistema de conceptos que permitan abordar al objeto (teoría); cuarto: capacidad de predicción (esto último es muy discutible como criterio de lo científico). Evidentemente, estos requisitos son dependientes entre sí y no se puede hablar de uno sin referirse a otro.
Entonces, cualquier abordaje "científico" requiere de una teoría aplicada a un campo de estudio en base a un método a partir del cual descubrir regularidades que permitan una cierta capacidad de anticipación a los hechos (anticipación que se realizaría a nivel del corte metodológico que sobre el objeto se realizó). ¿Cuál es el problema con esto? En realidad, creo que podrían escribirse páginas y páginas al respecto. Aquí solo señalaré algunas cositas puntuales que, por otro lado, ya han sido dichas desde hace bastante tiempo y de diversas maneras por pensadores como Foucault, Wallerstein, algunos teóricos poscoloniales, etc..
1.- El espacio en el que un objeto emerge no es homogéneo. En tanto que el objeto está modelado por el abordaje teórico-metodológico, cabe decir que cualquier aproximación analítica tiene una base que no es previa a la aparición de un discurso. Es decir, "la ciencia" no se aplica a un objeto neutral, en estado "natural". En ese sentido, el tratamiento "científico" de un objeto es producto de una máquina linguística que produce modificaciones al objeto, presentándolo como neutral, para poder establecer una forma unívoca de dar con "lo real".
2.- Si esto es así, entonces los llamados por "la cientificidad" no son más que la prueba de que estamos lejos de descolonizar los saberes. A manera de cuestionamiento político, esto también implica que quienes levantan las banderas de la lucha contra los poderes hegemónicos desde una posición cientifista en lo académico, lo hacen desde un lugar de subordinación cognitivo-discursiva, y piensan contra el sistema dentro de los límites que el sistema impone al pensamiento. [Ojo. No pretendo decir que pienso "desde fuera del sistema". En principio, yo también uso categorías impuestas desde afuera para pensar las cosas.]
3.- Si aceptar eso implica abrir el espectro de posibilidades teórico-metodológicas para la investigación, quizás sea hora también de repensar el papel de la teoría. Se trata de acumular, de totalizar métodos, no de totalizar de manera abstracta los rasgos al presentar un sistema, un cierre funcional el que los polos podrían deducirse unos de otros, traducirse (Maigret, Éric. Sociología de la comunicación y de los medios. Bogotá: FCE, 2005, p. 423). Pensar en la teoría como un grupo de conceptos que forman un solo modo de sumergirse en lo social, conlleva a la larga, el establecimiento de un modelo teórico con pretensiones de colonización epistemológica ya que, en tanto sistema monolítico (y monológico), no presentaría ninguna variación fundamental en su morfología a la hora de ejecutar su aplicación sobre diferentes grupos humanos. Así, quizás sea momento de que la teoría cambie sus motivaciones: antes que pretender "explicar" las cosas, criticar el fundamento mismo que produce la realidad.
4.- Un asunto también queda en duda. ¿Puede alguien realmente decir dónde está la frontera entre "lo científico" y "lo no científico"? Además, si el estudio de las relaciones sociales implica algún tipo de compromiso político consustancial a cualquier clase de construcción teórica, ¿no cabría pensar que el proceso de construcción de uno mismo, en tanto que intelectual, conlleva una serie de juicios de valor en torno a las categorías usadas para dar cuenta de los hechos? Como ya se sabe, no existe el investigador neutral. Todo concepto está atravesado por un contenido que en alguna medida es arbitrario, en tanto que describe a un objeto solo hasta cierto punto. Las palabras permiten decir ciertas cosas y evitan que se puedan decir otras. Así pues, la realidad está construida sobre la represión de una cierta cantidad de significados que podrían emerger en la relación de las palabras y los objetos. Tal represión opera también (y a su manera) en los discursos científicos.

5. Y en torno a la predicción, ¿existe una suerte de sistema de medición que pueda dar cuenta de la certidumbre que una predicción alcanzó? Incluso en las CCNN está ya cuestionado el alcance y los límites que la idea de predecir conlleva. Si una investigación es más o menos científica por su capacidad o incapacidad para la predicción, quizás entonces cabría simplemente decir que no existe investigación alguna "realmente científica". (¿O acaso existe teoría alguna -o investigador alguno- que haya acertado siempre en sus predicciones?)

Dicho esto, creo también que hay que eliminar el uso de ciertas expresiones como "científico social" o "Ciencias Sociales" (que, por otra parte, suenan bastante pretenciosas). O en todo caso, repensar lo que queremos decir cuando hablamos de ciencia (evitar, si es que es eso posible, su dimensión excluyente).
Como dije, esto no es una una novedad. Está escrito porque creo importante sentar posición en un tema como éste.

Ivan